Al ritmo de la banda de músicos, directivos del patronato del carnaval, delegaciones de los barrios, niños, jóvenes y adultos acompañaron los restos del «Rey Momo» a su última morada en el distrito Baños del Inca.
En Baños del Inca, se leyó los jocosos testamentos de «Ño Carnavalón» de Baños del Inca y Cajamarca, llenos de mucha sátira y recomendaciones para las autoridades regionales y municipales, principalmente; además a través de los cuales también agradecieron a quienes hicieron posible la organización de la fiesta y a los turistas que «siempre vienen a deleitarse del tradicional carnaval».
En seguida se incineró el ataúd del Ño Carnavalón ante la ovación del público y el llanto desenfrenado de las “viudas”, posteriormente continúo el fin de fiesta.
Tony Alvarado A.