Un empresario del sector hidrocarburos vive una verdadera ‘pesadilla’ por el abuso de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) en la ciudad de Cajamarca.
Hace unos años, Juan Huatay, decidió emprender su negocio como empresario formal. Construyó una estación de servicios de combustibles (grifo), al que le puso de nombre, «El Gavilán». Para plasmar el proyecto, adquirió aproximadamente 15 mil bolsas de cemento, fierro y otros materiales. Además, gastó en la instalación de tanques, máquinas expendedoras, entre otras.
Cuando todo marchaba conforme a lo planeado, en 2019 comenzó la pesadilla del empresario cuando la Sunat notificó la realización de una auditoría parcial. Juan Huatay se presentó con su abogado e hicieron llegar toda la documentación requerida, sin embargo, nunca recibieron la visita presencial de los auditores. Lo que sí les llegó fue la notificación de una multa que bordea los 350 mil soles.
Según cuenta, Manuel Malca, contador de la empresa Minero Andes (‘El Gavilán’), la Sunat ignora los gastos en la construcción de la estación de servicios.
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Malca también refiere que Sunat pretende imputar responsabilidad de un tercero a su patrocinado.
«Nosotros sentimos un malestar como empresarios cajamarquinos que pagamos nuestros impuestos, sin embargo, Sunat no considera eso y ha hecho un abuso total poniendo esas multas», enfatizó Juan Huatay.
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