SHANGHÁI, 28 ene (Reuters) – Una nueva cepa del virus que se está propagando en China se ha cobrado su primera víctima en Pekín, dijeron las autoridades el martes, mientras la cifra de muertos ascendía a 106, Estados Unidos advertía a los ciudadanos en contra de viajar al país y los mercados financieros volvían a reaccionar con descensos.
En un escenario de creciente preocupación por el impacto del coronavirus en la segunda economía más grande del mundo, las autoridades sanitarias informaron sobre un nuevo aumento en los casos, al tiempo que añadieron que todos los muertos, excepto seis, eran de la ciudad central de Wuhan.
Aunque han aparecido casos de este virus similar a la gripe en más países —entre los últimos en sumarse a la lista se encuentran Alemania, Sri Lanka y Camboya—, no se han registrado muertes fuera de China.
Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes en la provincia de Hubei, donde surgió el virus a fines del año pasado, aparentemente en un mercado que vendía ilegalmente animales salvajes, se encuentra prácticamente en cuarentena, tras el cierre de casi todos los transportes y concentraciones públicas.
Decenas de millones de personas en Hubei están sometidas a algún tipo de restricción para viajar, en un intento por contener el virus antes de que pueda irradiarse a través de China y fuera de sus fronteras.
En las redes sociales se veían imágenes de los residentes de los bloques de apartamentos de la ciudad gritando “¡Wuhan, puedes hacerlo!” y cantando el himno nacional desde sus ventanas.
El número de víctimas del martes era de 106, frente a las 81 del día anterior. El número total de casos confirmados en China aumentó a 4.515 hasta el lunes, frente a los 2.835 del día anterior, dijo la Comisión Nacional de Salud.
Las bolsas de todo el mundo volvían a caer mientras los precios del petróleo alcanzaban sus niveles más bajos de los últimos tres meses, y el yuan de China caía a su nivel más débil en 2020, mientras los inversores se preocupaban por el daño a la economía debido a las prohibiciones de viajar durante el período de vacaciones del Año Nuevo Lunar, que China amplió en un intento de mantener a la gente aislada en sus domicilios.
Analistas consultados señalaron que los viajes y el turismo de China serían los sectores más afectados, al igual que las ventas al por menor y de bebidas alcohólicas, aunque la atención sanitaria y las compras por Internet probablemente saldrían mejor paradas.
“CONFIANZA PLENA”
Conocido oficialmente como “2019-nCoV”, el coronavirus recientemente identificado puede causar neumonía, pero es demasiado pronto para saber su peligrosidad o la facilidad con la que se propaga. Algunos expertos en salud cuestionan que China pueda contenerlo.
Las autoridades sanitarias chinas dicen que el período de incubación podría oscilar entre uno y 14 días, y que el virus es infeccioso durante ese tiempo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima un período de incubación de dos a diez días.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció el lunes a China toda la ayuda que necesite, mientras el Departamento de Estado dijo que los estadounidenses deberían replantearse los viajes a China debido al virus.
Canadá, que tiene dos casos confirmados del virus y está investigando 19 posibles casos, advirtió a sus ciudadanos que eviten viajar a Hubei.
Las autoridades de Hubei, donde viven cerca de 60 millones de personas, están recibiendo cada vez más críticas sobre su respuesta inicial, que en opinión de muchos fue chapucera.En una autocrítica pública, poco común en China, el alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, dijo el lunes que la gestión de la crisis por parte de la ciudad “no es lo suficientemente buena” e indicó que estaba dispuesto a dimitir.
El primer ministro Li Keqiang visitó Wuhan el lunes para animar a los trabajadores médicos a intensificar la lucha y prometer refuerzos.
El embajador de China ante las Naciones Unidas dijo, tras una reunión con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, que su Gobierno concedía “suma importancia” a la prevención y el control de la epidemia y que estaba trabajando con la comunidad internacional en un espíritu de “apertura, transparencia y coordinación científica”.
Guterres dijo que Naciones Unidas tiene plena confianza en la capacidad de China para controlar el brote y está dispuesta a proporcionar cualquier tipo de apoyo.
PRESIÓN VENDEDORA
China, gobernada por el Partido Comunista, se ha mostrado muy interesada por dar una imagen de apertura y transparencia en la gestión de la epidemia, después de las duras críticas recibidas durante el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS) que mató a unas 800 personas en todo el mundo en 2002-2003.
El SARS, que también se creía que se había originado en un mercado de animales salvajes, provocó una caída del 45% en la demanda de pasajeros aéreos en Asia. La industria del turismo depende más actualmente de los viajeros chinos, y la participación de China en la economía mundial se ha cuadruplicado.
Mientras los mercados chinos permanecían cerrados por las vacaciones, los inversores vendían yuanes y dólares australianos como indicadores de riesgo. El petróleo también se encontraba bajo presión debido a los temores sobre las consecuencias indirectas de la crisis.
El índice estadounidense S&P 500 cerró con una caída de casi el 1,6%.
El ministro de Economía japonés Yasutoshi Nishimura, replicó la preocupación mostrada por Corea del Sur sobre las consecuencias económicas, advirtiendo de que los beneficios de las empresas y la producción de las fábricas podrían verse afectados.
China es el segundo destino de exportación más importante de Japón y un enorme mercado para sus minoristas, y los ciudadanos chinos representan el 30% de todos los turistas que visitan Japón.
Algunos operadores turísticos europeos cancelaron sus viajes a China, mientras que gobiernos de todo el mundo trabajaban para repatriar a sus ciudadanos.