Si bien el condón es el método anticonceptivo más conocido y empleado por varones, muchos de ellos incurren en errores que ponen en riesgo su salud ¿Cuáles son? Aquí te los detallamos:
1. Lavar condones para reutilizarlos
Aunque parezca algo improbable, esto se ha vuelto muy común y un grave problema de salubridad por lo que las autoridades sanitarias de Estados Unidos lanzaron una alerta sobre los riesgos de esta práctica.
«Lo decimos porque las personas lo hacen: no laven o reutilicen condones. Usen uno nuevo para cada relación sexual», se puede leer en la cuenta oficial en Twitter de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El usar un condón más de una vez o reutilizarlo lo único que hace es disminuir su efecto protector al provocar que se rompa, se resbale o tenga fugas.
2. Usar uno que ya venció
Así como no puedes consumir determinados alimentos luego de pasar la fecha de vencimiento, tampoco es recomendable que utilices un condón caducado, ¿por qué? La respuesta es muy siempre: pierde resistencia y flexibilidad.
Al estar elaborados a partir de látex y ser guardados por mucho tiempo en la billetera o guantera del carro, se exponen a altas temperaturas o roces excesivos lo que aumenta el porcentaje de rotura: el látex se deteriora poco a poco, se seca el lubricante y el material ya no está preparado para soportar de la misma forma la fricción de un encuentro sexual.
Esto puede ocasionar un mayor peligro de transmisión de una ETS o anular la protección propia del preservativo contra el embarazo, ya que si se rompe habrá contacto de los fluidos corporales. Además, el hecho de que el material se haya debilitado puede provocar incomodidad, irritaciones o sarpullidos en la zona genital tanto a hombres como a mujeres.
3. Utilizar doble preservativo
Hay que saber, contra lo que muchos plantean, que usar doble condón puede ser peor que utilizar uno solo para fines de protección, ya que el roce de ambas superficies puede ocasionar su ruptura.
“La mejor forma de evaluar la calidad de un condón, para tener seguridad, es no inflarlo ni llenarlo con agua, sino el asegurarse que el empaque esté integro, no dañado, no se debe guardar doblado ni arrugado, de preferencia en un lugar fresco y seco, revisar la fecha de expiración, no abrirlo con dientes, objetos cortantes o punzantes, palpar y verificar que no esté seco o pegajoso y, por último, recordar que debe ser utilizado con lubricantes si estos son a base de agua y no oleosos, ya que podrían dañar su estructura”.