MELVYN ARCE.- A 19 kilómetros de distancia de la ciudad de Cajamarca se ubica uno de los complejos arqueológicos más impresionantes de nuestro país. Cumbemayo, descubierto en 1937 por Julio C. Tello, nos presenta un testimonio del admirable trabajo de ingeniería hidráulica que 1.500 años antes de Cristo desarrollaban los habitantes del Perú preincaico.
Situado en las faldas del cerro Cumbe y en medio de un bosque de piedras talladas con curiosas formas por la naturaleza y el paso del tiempo, Cumbemayo se divide en tres grandes grupos arquitectónicos: una gruta con la forma de una gigantesca cabeza humana llamada El Santuario, petroglifos con motivos antropomorfos ubicados en Las Cuevas y el acueducto realizado en lava volcánica, que -se dice- llevaba las aguas de las precipitaciones hasta el Océano Pacífico.
Es en este asombroso escenario que un grupo de deportistas se animan a practicar un deporte extremo llamado downhill, que consiste en descender las empinadas cuestas del lugar en bicicleta.
Fernando Cabrera Marín, guía turístico y aficionado a este deporte, explica que no se necesitan mayores requisitos para practicar esta disciplina: “Basta con haberse subido alguna vez a una bicicleta y ponerse el equipo de protección correspondiente”.
El recorrido se inicia en la cima de Cumbemayo y desde ahí se desciende a toda velocidad hasta la plaza de Cajamarca en tan solo 15 minutos.
“Una de las rutas más bonitas que tenemos en Cajamarca está en el bike park de Porcón. Está dentro del bosque y no tiene nada que enviarle a los parques de bicicletas de Canadá u otras partes del mundo”, asegura Cabrera Marín.
En Cajamarca existen cinco clubes que practican el downhill y que ofrecen paquetes para los turistas que se animen a dar un paseo. Los precios tienen un valor aproximado de S/. 200 por recorrido.
