Quedó inmovilizado en el jardín de la vivienda a la que había ingresado a robar. Juan Tingal Mendoza, de 25 años, fue descubierto por el propietario de la casa, se echó a correr, tropezó y cayó desde el tercer piso.
Producto del golpe, el delincuente terminó con una de las piernas rotas y tuvo que ser auxiliado por efectivos del serenazgo. Tingal Mendoza, quien no dejaba de quejarse por el intenso dolor.