Todos quieren un pedazo “Torta”
El 21 de diciembre del 2017 fue quizá el día más importante para nuestro Presidente Pedro Pablo Kuczynski, ese día se discutía en el Congreso de la República la vacancia presidencial. El Fujimorismo, el grupo más fuerte del congreso, con una mayoría aplastante, respirando odio y con las heridas sangrantes del último proceso electoral, decidió apoyar la vacancia planteada por un Frente Amplio, liderado por Marco Arana, quien espera el menor escándalo, para aprovecharlo y mostrarse en cámaras como el más grande defensor de la moralidad y la honradez, claro vista sólo desde su extraña óptica izquierdista.
Ese día, el 21 de diciembre, el país entero estaba a la expectativa de lo que sucedería con nuestro presidente. Era como un juego de ajedrez en donde todos, los peones, caballos, torres y alfiles querían matar al rey (presidente). El presidente tenía que usar todas las armas necesarias para ser liberado de la guillotina, su bancada congresal, con las pocas fuerzas que tenía, le defendía como podía. Se contrató a uno de los mejores abogados constitucionalistas del Perú, el Dr. Alberto Borea, quien se lució en el parlamento. Un parlamento con escaso conocimiento histórico y jurídico, quedó con la boca abierta por la elocuente defensa del presidente de la República.
Pero eso no era suficiente, pues en este caso, la vacancia presidencial no era cuestión de análisis jurídico, menos de quién hacía le mejor defensa política, tampoco de la determinación de la existencia o no de la “incapacidad moral permanente” del mandatario. No, la vacancia no dependía de nada de eso, sólo dependía de si el Aprofujimorismo, con sus extraños aliados del Frente Amplio, podía conseguir los 87 votos necesarios para vacar al presidente de la República.
El presidente, si quería mantenerse en el cargo, no tenía otra opción que utilizar todas las estrategias necesarias para eliminar cada voto acusador del Congreso. Así es, necesitaba utilizar “todas” las estrategias necesarias, esto incluía la negociación con los partidos políticos. ¿Pero en estas circunstancias, puede negociarse votos en el Congreso? Pues claro, el Congreso no sólo es el centro de debates de leyes, sino principalmente de negociación, y más aún cuando se discute una vacancia presidencial.
Ese 21 de diciembre, todos o casi todos, quedamos sorprendidos cuando al final de la votación, Kenji Fujimori y un grupo de congresistas Fujimoristas, se abstuvieron en la votación final, salvando de la vacancia presidencial a PPK. Pero esa no fue la única sorpresa, pues otra de similares dimensiones se produjo en la bancada aprista, en donde uno de los emblemáticos dirigentes, Jorge del Castillo, también se abstuvo.
¿Qué había pasado? El sentimiento es casi unánime en considerar que se trató de la más vil negociación política, pues a los pocos días fue indultado Alberto Fujimori, lo que se presume habría sido el resultado de la abstención de Kenji Fujimori y sus avengers. Y luego en la nueva conformación del gabinete ministerial, sorpresivamente aparece un aprista como nuevos ministro del Ministerio de Trabajo. Y resulta que es un aprista muy cercano a Jorge del Castillo. Al parecer gracias a la abstención de tal congresista y Luciana León.
Para este jueves 22 de marzo nuevamente se ha planteado una vacancia presidencial. Corren las apuestas, ¿quién será el vencedor? El Fujimorismo ha llamado refuerzos, por su parte PPK tiene ministerios, embajadas y muchos cargos que ofrecer. Incluso algunos han dicho que se está negociando el licenciamiento de una universidad privada. Obviamente el negociado ha empezado.