El ahora presidente de la República, solicitó permisos y licencias sin justificación detallada cuando era profesor en Chota, de acuerdo a información del dominical ‘Cuarto Poder’.
La primera fue entre el 21 de octubre y el 20 de noviembre de 2002. Para suplir la ausencia del profesor, la UGEL Chota asignó el puesto vacante a Lilia Paredes Navarro, esposa del jefe de Estado.
Obtuvo su primera licencia porque, en ese momento, Pedro Castillo se postulaba para la alcaldía del distrito de Anguía (Chota) por Perú Posible, pero el 17 de noviembre de 2002, Castillo fue rechazado en la votación.
Su siguiente licencia fue entre octubre de 2004 y diciembre de 2004, también tuvo motivos políticos: fue nombrado gobernador de Anguía, cargo de confianza donde se dedicó a tiempo completo.
Aunque es un beneficio de ley, ni una sola página en su informe de clasificación indica que Pedro Castillo haya tenido una licencia sindical.
Después de casi tres meses de huelga de docentes en 2017, Castillo Terrones decidió tomarse otros tres meses de descanso, pero no para retomar las clases de manera intensiva, sino para formar su propio sindicato, Fenate Perú, que abrió el 9 de septiembre.
Además, cuando visitó Bolivia por primera vez del 9 al 13 de octubre de 2015, Castillo Terrones solicitó vacaciones del 7 al 16 de octubre alegando enfermedad.
A partir de ese momento -a pesar de que la ley de reforma docente le permitió subir su salario sin evaluación-, Pedro Castillo desarrolló la costumbre de solicitar permisos de carácter político como un «asunto privado».
En junio de 2018 pidió una licencia de 15 días para organizar un paro de docentes; en septiembre del mismo año pidió 26 días más, coincidiendo coincidentemente con el primer aniversario del Sutep.
En total, el mandatario acumula casi 2 años de no haber asistido a dictar clases a sus estudiantes.