La batalla contra el covid-19 tiene en el pulsioxímetro un gran aliado, sobre todo cuando se trata de analizar si el paciente está haciendo un cuadro leve de la infección o, por el contrario, se está agravando y requiere recibir oxígeno para salvar su vida.
“A los infectados por coronavirus hay que monitorearlos de forma permanente y el pulsioxímetro u oxímetro de pulso se ha convertido en una gran ayuda para hacerlo, sobre todo cuando hay condiciones de alarma”, detalló el doctor Manuel Espinoza, infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS).
Explicó que el pulsioxímetro mide la saturación de oxígeno y también la frecuencia de pulso que puede ser entendida como frecuencia cardiaca.
Para usar el pulsioxímetro, hay que estar con la mano limpia y tibia, sin esmalte y haber descansado por lo menos 5 minutos. Se puede poner en el dedo índice de la mano, pero también en el lóbulo de la oreja.
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“El primer dato que ofrece es la saturación de oxígeno, cuyo valor normal es entre 95% y 100%. El siguiente dato es la frecuencia cardiaca, cómo late mi corazón, que debe estar entre 60 y 80. Si los valores son diferentes a esos rangos es un indicador de que algo está pasando”.
En el caso de la saturación, si baja hasta 92% entonces hay problemas de oxígeno y debe acudirse a la emergencia de inmediato. Si la frecuencia cardiaca sube por encima de los valores indicados, denota que el paciente tiene una inflamación, puede tener un cuadro hormonal, tiroideo o tener un infarto al corazón. El caso también debe evaluarse.
“La saturación normal a nivel del mar, como Lima, es entre 95% y 100%. Cuando baja a 93 debo sospechar que algo está pasando y que podría tratarse de coronavirus (si es que no se cuenta con la prueba confirmatoria). Esa persona debe ir a emergencia y no esperar una ambulancia porque podría perder un tiempo valioso para salvar su vida”.
Para el doctor Espinoza, la información que ofrece el pulsioxímetro, es tremendamente valiosa en los pacientes con covid-19, como lo es su temperatura diaria y presión arterial.
“Hemos notado que muchos pacientes -pese a tener baja oxigenación- no se sienten mal. Cuando se les mide la oxigenación marcan 90% y una frecuencia cardiaca de 120 por minuto. Esa persona no está bien, debe ir a emergencia, donde debe recibir atención inmediata”.