En su primera sesión del año 2025, el Consejo Regional de Cajamarca, presidido por Zonia León Muguerza, aprobó por mayoría el aumento del sueldo del cargo de vicegobernadora regional, decisión que ha generado controversia y cuestionamientos sobre su pertinencia y transparencia. Con el voto dirimente de la presidenta del consejo, se estableció que la vicegobernadora Magda Farro percibirá S/11,700.00 mensuales, un incremento de más del 27% respecto a los S/9,150.00 que recibía hasta diciembre de 2024.
La aprobación de este aumento destaca no solo por la rapidez del trámite –la solicitud fue presentada por la misma Magda Farro el 2 de enero y resuelta favorablemente al día siguiente–, sino también por el contexto en el que se tomó la decisión. La justificación de Zonia León para su voto decisivo fue que el cargo de la vicegobernadora tiene «una labor importante dentro del Gobierno Regional de Cajamarca», aunque también agregó que solicitarán la presencia de Farro en una sesión para que rinda un informe de su gestión.
Cuestionamientos sobre prioridades y transparencia
El aumento de sueldo suscita varias preguntas: ¿por qué el consejo consideró prioritario atender esta solicitud con tanta celeridad? ¿Qué indicadores de desempeño o aportes concretos justifican este incremento en un cargo político? En un departamento donde muchas comunidades rurales aún carecen de acceso adecuado a servicios básicos como agua potable, educación y salud, destinar más recursos públicos al salario de una funcionaria genera críticas legítimas.
El manejo de esta decisión también deja dudas sobre el compromiso del consejo regional con la transparencia. Si bien se mencionó la importancia de la labor de la vicegobernadora, no se presentó un análisis público o detallado que respalde cómo este aumento beneficiará a la población cajamarquina. Por otro lado, resulta paradójico que se haya aprobado el incremento antes de que Farro sea convocada a informar sobre su gestión, un proceso que, en teoría, debería anteceder cualquier decisión sobre mejoras salariales.
¿Qué mensaje envía el Consejo Regional?
Decisiones como esta pueden erosionar la confianza ciudadana en las autoridades regionales. Aumentar salarios de funcionarios públicos sin una justificación clara y en un contexto de carencias sociales envía un mensaje ambiguo sobre las prioridades del gobierno regional. Además, refuerza la percepción de que ciertos sectores del poder político anteponen intereses personales a las necesidades colectivas.
La ciudadanía cajamarquina espera de sus autoridades un liderazgo que esté alineado con las demandas del pueblo y que respalde cada gasto público con transparencia y resultados concretos. El Consejo Regional tiene ahora la responsabilidad de demostrar que este aumento salarial no es solo un privilegio mal otorgado, sino una decisión que, de algún modo, beneficiará a Cajamarca.
Mientras tanto, queda pendiente una explicación más sólida y una rendición de cuentas detallada, tanto por parte de la presidenta del consejo como de la vicegobernadora Magda Farro, para justificar una medida que, por ahora, se percibe como inoportuna y desconectada de las necesidades de la región.