Por Esthefani Chávez
Soy moradora de la villa universitaria, y como se sabe, este sábado se está llevando a cabo la entrada del Ño Carnavalón. Es cierto que el Carnaval es una festividad típica de la región, sin embargo, no puede permitirse que los excesos y elevados índices de consumo etílico sean justificación válida para actos totalmente insensibles, y que hasta lindan con lo delincuencial. Desde tempranas horas del día, en las intersecciones de Jr. Los Cedros y la Av. Luis Rebaza Neyra, estaba un joven en total estado de inconsciencia, cuya soledad e incapacidad propia de su estado, fue aprovechada para que sea constantemente utilizado como objeto de burla.
Se ha observado cómo personas propias y extranjeras posan junto a él con una insensibilidad incalificable, burlándose de la desgracia -y como no, de la irresponsabilidad- ajena; cómo su cuerpo es constantemente manipulado para rebuscar en cada uno sus bolsillos para robarle lo poco o nada que tiene; cómo lo cargaron hasta que su cuerpo caiga a la cuneta llena de agua sucia y basura en la calle; cómo el Serenazgo pasó a su costado, observó y no hizo nada.
Señores, nadie justifica la irresponsabilidad y dejadez personal de este muchacho, pero ello no es justificación para la violencia, que sin duda con las actitudes antes descritas se ha manifestado.
Seamos una sociedad de buen corazón con el que tenemos al frente, con cultura cívica, sea cual sea su condición y circunstancias por las que atraviesa, y no seamos cómplices de una cultura de la indiferencia, que puede intentar excusarse en festividades como el carnaval que a través de este incidente revela su verdadero rostro.
Puede interpretarse como una mera observación y crítica, sin embargo, antes de dar a conocer este suceso específico, se puso previamente en conocimiento de las autoridades pertinentes lo acontecido, por lo que ante su inacción se precisa hacer público lo sucedido para la reflexión ciudadana y concientización personal como miembros de esta comunidad.
Vea las imágenes