Los últimos años, el Gran Corso del Carnaval ha pasado de ser un espectáculo atractivo a un dolor de cabeza
Lo sucedido este año ha terminado por mostrar la falta de organización en el evento más importante de la fiesta del carnaval cajamarquino. La responsabilidad es tanto del Comité como de la Municipalidad Provincial de Cajamarca.
Las comparaciones son odiosas, sin embargo, no está de más ver el orden y puntualidad del corso del carnaval ayacuchano. Claro que ellos no reciben tantos turistas.
Los usuarios han manifestado en redes sociales su incomodidad por lo sucedido en el Corso 2020. La impuntualidad y desorden en el evento molestó a los espectadores. Cerca de las 12 del mediodía comenzaron su presentación las delegaciones.
Los barrios y delegaciones se esforzaron para realizar sus presentaciones, sin embargo, el Comité encabezado por Santiago Pajares, no hizo su trabajo en la organización. No solo hubo desorden y caos, sino que comenzó muy tarde, por tanto, el evento terminó pasadas las 7 de la noche, hora en que se repuso la energía eléctrica.
Muchos turistas que estuvieron esperando desde temprano para observar el espectáculo, se fueron criticando tras esperar varias horas. Terrible experiencia.
Lo de este año ha sido fatal. Echaron a perder toda la promoción que se hizo en Lima.
‘Los palcos‘
Para la instalación de estructuras de fierro y madera, mal llamado ‘palcos’, solo se ha priorizado la venta de espacios para generar ganancias económicas, pero no se considera a las personas. Las vías de acceso hacia el hospital regional, en caso de accidentes, fueron bloqueadas. Además, nadie fiscaliza estas estructuras.
La caída de un palco en el que -afortunadamente- solo un niño resultó herido, demuestra la falta de seguridad y la ‘calidad’ de estas construcciones.
Mucho que corregir por el siguiente comité organizador para le próximo año.