El poco avance del coronavirus en la región Cajamarca se debe en gran parte, a los hombres y mujeres de las rondas urbanas y campesinas. Ellos trabajan de manera conjunta con la Policía Nacional del Perú, Fuerzas Armadas y autoridades, sin recibir ninguna remuneración económica.
Muchos de ellos, con sus propios recursos y equipos de protección, vigilan y comunican el ingreso de las personas que podrían portar el temido COVID-19. Desde San Ignacio hasta Cajabamba, las rondas son garantía de control, lo que impide la propagación del virus en la región.
Al principio de la cuarentena, evitaban el ingreso de personas de manera clandestina; ahora junto a las autoridades, vigilan que las personas cumplan con todos los controles médicos y protocolos respectivos; las 24 horas del día.
Destacamos el trabajo de las rondas de de San Marcos. El resultado de las medidas tomadas junto a sus autoridades se reflejan en la ausencia de casos positivos de coronavirus. A la fecha, no se ha registrado ningún paciente con COVID-19 en esta provincia.
El Gobierno Regional de Cajamarca, reconoció y agradeció el trabajo que estas organizaciones sociales realizan con el fin de salvaguardar la salud de todos los cajamarquinos. Incluso antes de la epidemia, el GORECAJ hizo entrega de implementos a los ronderos, pero no es suficiente.
Desde La Rotativa, agradecemos la labor que las rondas desempeñan e invocamos a las autoridades para que brinden los equipos de protección personal y el apoyo que merecen, ya que muchos de ellos al interior de la región son personas de bajos recursos y no han recibido ningún bono o apoyo.