La vacuna contra el coronavirus fabricada por Pfizer-BioNTech es mucho menos eficaz para prevenir la infección en niños de 5 a 11 años que en adolescentes mayores o adultos, según un gran conjunto de datos nuevos recopilados por funcionarios de salud del Estado de Nueva York en Estados Unidos.
El informe, realizado entre el 13 de diciembre y el 20 de enero, refleja cómo la efectividad de la vacuna frente al contagio del coronavirus pasó del 66 % al 51 % en jóvenes de entre 12 y 17 años en ese periodo de tiempo, un porcentaje que descendió hasta el 12 % en el caso de los niños de 5 a 11 años.
La vacuna de Pfizer es la única inyección de Covid autorizada para ese grupo de edad en los Estados Unidos y otros países de Sudamérica, entre ellos, Perú. Todavía previene enfermedades graves en los niños, pero prácticamente no ofrece protección contra la infección, incluso dentro de un mes después de la inmunización completa, sugieren los datos, que se recopilaron durante la ola de contagios de la variante Omicron.
La directora adjunta del Departamento de Salud del Estado de Nueva York y la persona al frente del estudio, Eli Rosenberg, dijo estar decepcionada pero no sorprendida «dado que es una vacuna desarrollada para una variante previa», no para ómicron, la dominante durante el periodo en que se realizaron las pruebas.
Parece que la clave está en la dosis, de los 30 microgramos asignados para niños mayores de 12 años a los 10 microgramos que se decidió suministrar a los menores de entre 5 y 12 años. La posibilidad de recopilar más información y de variar el planteamiento sigue abierta pese al pronunciado descenso de positivos a nivel nacional y al menor efecto del coronavirus en niños.
Los hallazgos, que se publicaron en línea el lunes, se suman a los resultados de los ensayos clínicos que indican que a la vacuna le fue mal en niños de 2 a 4 años, que recibieron una dosis aún más pequeña.
El problema con el posible aumento de la dosis son los efectos secundarios que podrían producirse, incluyendo fiebres constantes. La otra vía sería una tercera dosis de refuerzo, en fase de pruebas por parte de Pfizer, una opción que ha demostrado ser efectiva en adultos.