Beneficencia Pública sextuplicó el precio, de 500 soles en la sexta fila a 3,850 en el cementerio general de la ciudad.
Por José Gonzales Maiqui
Tal como ha sucedido en otras regiones del país, el incremento de fallecidos también ha desnudado la capacidad de los cementerios. En el caso de Cajamarca la situación no es ajena.
La Beneficencia Pública comunicó a la Unidad de Seguros que ya no tenían más nichos para inhumaciones de difuntos COVID-19. Ante esta situación, se supo que ya se cuenta con área habilitada en la zona de ‘El Gavilán’, en donde se harán las inhumaciones.
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De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, en el Perú solo se tiene 11 regiones fuera de Lima y Callao que cuentan con crematorios autorizados por Minsa; Piura, Lambayeque, La Libertad y Áncash en el norte; Huánuco y Junín en la parte central; Loreto y San Martín en la Amazonía; y Cusco, Tacna y Arequipa en el sur.
En casi todas las regiones estos establecimientos son privados, salvo en Junín donde es público. Lambayeque a pesar de contar con un crematorio tuvo que habilitar 17 cementerios en diferentes distritos, como en Tumán, Ferreñafe, Puerto Eten, Pimentel, Santa Rosa y Ciudad Eten. Solo por citar un ejemplo.
Cajamarca hoy en día no es la excepción, fuentes acreditadas indicaron que la Beneficencia Pública informó al sector salud que ya no cuentan con nichos para casos COVID-19, tras ello se ha tenido que habilitar un terreno que a futuro está contemplado construirse como un cementerio privado para Cajamarca. Este está ubicado en la zona denominada ‘El Gavilán’. Y que albergará a los difuntos por COVID-19.
Precio subió de 500 a 3850 soles
Como se sabe la Beneficencia destinó la sexta fila de varios pabellones para inhumar cadáveres COVID-19, tras los primeros fallecidos, el precio era de 500 soles, luego subieron a 1,350 y al final este costo terminó en 3,850. Ya no habiendo más nichos con este último precio. Existen otras filas para nichos, pero sus costos superan los cuatro mil soles que el seguro no los puede cubrir.
Seguridad sanitaria garantizada
De acuerdo con la directiva sanitaria 087-2020-Digesa/Minsa, los procedimientos para el tratamiento de los cuerpos de personas fallecidas por Covid-19 son la cremación y el entierro o inhumación en lugares donde no haya crematorios.
En este último caso se debe realizar dentro de las 24 horas de certificada la muerte, sin velorio, y las personas autorizadas para dicho procedimiento deben contar con todos los equipos de protección personal (ropa quirúrgica, lentes, mandil, gorro, mascarilla, guantes y botas).
Con este cambio de lugar para la inhumación de cadáveres, la seguridad sanitaria está garantizada, tal como se ha efectuado en el cementerio general de la ciudad. Cumpliendo todos los protocolos de acuerdo con la ley.
La directiva sanitaria también señala que el cuerpo debe ser introducido primero en una bolsa, cerrada herméticamente, y luego desinfectada con hipoclorito de sodio (lejía), y solo después, colocado en un ataúd que, por ningún motivo, debe ser abierto.
La norma solo permite que durante la sepultura solo estén presentes hasta 5 familiares del fallecido, siempre y cuando usen los equipos de protección personal. Medidas que también se efectuarán en el nuevo recinto en El Gavilán.
Importante
Hasta el momento la Beneficencia no ha hecho público la falta de nichos para casos COVID-19, situación que pone en evidencia que -tampoco, como en otros lugares del Perú y el mundo- no han estado preparados para esta situación y que su capacidad ha llegado a su límite.