La Cultura Nazca se desarrolló entre 300 d.C y 700 d. C., en los valles de Ica y Nazca, en la costa sur del Perú. La agricultura constituyó la base económica más importante porque tuvo que enfrentarse a la falta de agua y pocas tierras agrícolas. Por ello, rindieron culto al agua y a los dioses que controlaban la lluvia; y los alimentos provenientes del mar constituyeron parte fundamental de su dieta: peces, algas marinas, calamar, camarones, choros, cangrejos, conchas.
La cerámica de una mujer desnuda sentada con el vientre y los pechos prominentes, posible representación de la fertilidad, y a la que se ha llamado la Venus de Nazca, fue descubierta en el valle de Ica perteneciente a esta cultura. Cahuachi fue su principal centro ceremonial y sus construcciones se caracterizaron porque están formadas por grandes agrupaciones. Contemporánea a la cultura Mochica y con raíces de Paracas, su cerámica tiene diseños naturistas y míticos decorados con una gama de colores que abarcan el blanco, ocre, negro, púrpura, anaranjado y rojo.
Las técnicas textiles de Nazca se aplicaron a tapices, brocados, telas pintadas, y el arte plumario tuvo importancia como símbolo mágico, ritual, y también de poder. Los personajes de alto rango llevaban un gran tocado de plumas en la cabeza y se cubrían con mantos y pecheras de plumas. Ostentaban narigueras, diademas y adornos de oro. El atuendo de las mujeres, incluso de las de mayor rango, era más sencillo, consistía en camisas sin mangas y sin adornos. Los entierros funerarios delos personajes están conformados por varios mantos, vasijas de cerámica, alimentos, cabezas trofeos probablemente con función ritual, objetos de notable maestría de oro y diferentes instrumentos musicales como tambores, flautas y zampoñas.
Añade al misterio que rodea a esta cultura las grandes Líneas de Nazca, ubicadas entre los kilómetros 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur, con una extensión de 50 kilómetros de longitud y 15 kilómetros de ancho, y una antigüedad entre300 a.C. y 900 d.C. Se trata de más de treinta geoglifos que representan figuras de animales, geométricas y humanas. Hay un número menor de dibujos en comparación con cientos de líneas, triángulos y cuadrados que ocupan una importante extensión en el desierto, diseñadas con una técnica de construcción cuidadosa que dirige las líneas a cerros y barrancos sin desviarse de su dirección original. Un gigantes cocalendario astronómico por el que caminó infatigable María Reiche, la científica más importante de nuestra historia, y a quien debemos el estudio más completo de las Líneas de Nazca.
Entre los geoglifos de mayor tamaño, figura un pájaro estilizado de 300 metros de largo y 54 metros de ancho, en cuya cabeza hecha de segmentos de círculos con radios que varían entre 10 y 20 centímetros, destacan dos círculos de igual diámetro que asemejan sus ojos. El Pájaro Gigante, diseñado junto a una figura trapezoidal, tiene cuello de culebra y su pico señala al sol naciente. Por ello, los científicos lo llamaron el “Anunciador del Inti Raymi”, puesto que si el 21 de junio en el solsticio de invierno, nos colocáramos en la cabeza del pájaro y siguiéramos con la vista la dirección que indica su enorme pico, observaríamos la salida del sol.
Tan grande es el ave, dice María Reiche, que uno puede colocarse en la punta de una de sus alas y no se puede ver ni la cabeza, ni la otra ala, sólo es posible percibir unas pocas líneas sobre el suelo, porque para apreciarla en conjunto hay que sobrevolar el área. Mientras que la figura más pequeña es un espiral que tiene 3 metros de diámetro. La otra figura importante de Nazca es El Lagarto de 180 metros de largo, con las patas borradas por la construcción de la carretera Panamericana Sur, que dividió la figura en dos. El Pelícano de 135 metros y El Cóndor de igual tamaño. También, El Mono, una de las famosas figuras que mide 135 metros, tiene solo nueve dedos, una cola en forma de espiral, y representaría a la Osa Mayor. La Araña, que mide 46 metros de largo ubicada en medio de una red de líneas rectas. Otra figura famosa por su armoniosa composición es El Colibrí, cuya distancia entre los extremos de sus alas es de 66 metros.
Sara Beatriz Guardia
Mujeres Peruanas. El otro lado de la historia, quinta edición 2013.