Universidad Agraria La Molina desarrolla investigación de fruto que crece de forma natural en Cajamarca
De Cajamarca para el mundo. Exactamente en las provincias de Chota, San Marcos y en el mismo Cajamarca crece de manera silvestre el pushgay, un «berry» nativo cuyo fruto es poderosamente nutritivo, incluso con propiedades superiores al arándano comercial.
Esta planta produce un fruto tipo baya que mide aproximadamente un centímetro de diámetro y es de un azul intenso o morado, lo que indica su alto contenido de colorantes naturales también llamados antocianinas.
Según una reciente investigación de la Universidad Nacional Agraria La Molina, el pushgay es un fruto rico en elementos naturales que previenen el cáncer de estómago o de colon; y no solo eso, también se le atribuye cualidades antienvejecimiento.
“Las antocianinas retienen los radicales de oxidación que producen las células y de esa manera retardan el envejecimiento celular, convirtiendo al pushgay en un alimento que prolonga la juventud”, explicó a la Agencia Andina la bióloga Antonieta Gutiérrez, profesora principal de la Universidad Nacional Agraria La Molina (Unalm) y directora del Centro de Investigación de la Facultad de Ciencias-Biología (Cirgebb).
Investigando al pushgay
Ella junto a un equipo de biólogos y genetistas investigan, con el apoyo del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), este arándano. Hace tres años viajaron hasta el departamento de Cajamarca para recolectar los frutos y estudiarlos en el laboratorio de Biología de la Unalm. En Perú es la primera vez que se realiza esta investigación.
“Lo ideal es ampliar el conocimiento genético de este fruto, llegar a saber qué cruzas se pueden realizar, por ejemplo, con el arándano, y en un futuro obtener variedades de pushgay y registrarlas como los nuevos arándanos de Perú”, enfatiza Gutiérrez.
Si un cultivo exhibe una mayor diversidad genética se puede adaptar y tiene mayores probabilidades de resistencia. Para lograrlo necesitan financiamiento, continuar con las investigaciones y así ofrecer nuevos cultivos de fácil acceso para el pequeño agricultor no solo de esta zona del país, sino también de Huánuco y Amazonas donde también podría crecer el pushgay.
“Hasta el momento hemos identificado cinco géneros de bayas nativas. Lo primero fue establecer la colecta en un banco in vitro. El trabajo ahora es sacarlos y que crezcan en el suelo, incluso pensamos en llevarlos nuevamente a Cajamarca y ver cómo se comportan” explica Gutiérrez, quien además enfatiza en que este programa debe servir de base para continuar con el mejoramiento del pushgay.
Superfruta de exportación
Así como el arándano actualmente es uno de los productos más demandados en el mundo, el pushgay también podría serlo y convertirse en los próximos años en una superfruta de exportación, cambiándole la vida al pequeño agricultor.
“El pushgay al ser una planta silvestre tiene una adaptabilidad a las condiciones naturales de nuestro territorio, al suelo, clima y temperatura. Su cultivo es más económico para el pequeño y mediano agricultor que en este momento tiene difícil acceso al cultivo de arándano comercial, por eso es que está en manos de las grandes compañías. Para establecer una hectárea de arándano se necesitan de 40,000 a 80,000 dólares por hectárea, dependiendo de la zona”, explica la bióloga.
El futuro es prometedor para el pushgay, y puede ir en paralelo con el arándano que tan bien se estableció en Perú y el mundo.
Al respecto, el expresidente del programa Sierra y Selva Exportadora Alfonso Velásquez afirmó que el pushgay tiene una gran proyección comercial gracias a sus propiedades antioxidantes hasta tres veces mayores que las de los arándanos que hoy se exportan con gran éxito desde Perú.
De acuerdo con información de la Asociación de Exportadores (Adex), los envíos de arándanos al exterior sumaron de enero a junio de 2019, más de 91 millones 600,000 dólares, 79 por ciento más respecto al mismo periodo del 2018. Las cifras lo confirman.