Los vecinos del barrio Mollepampa, cansados de los frecuentes robos hicieron sentir su protesta, y advirtieron que al próximo “robacasas” lo quemarán vivo.
No será tan sencillo con detener al delincuente y atarlo a un poste de alumbrado público para que venga la policía y lo lleve; o que las rondas sean las encargadas de flagelarlo; la advertencia es clara, al próximo delincuente lo atarán para quemarlo.
Televisores, equipos de sonido, computadoras y demás bienes desaparecen. Incluso los facinerosos tienen la sangre fría de pedir un monto de dinero para devolver lo robado. En esta ocasión las cosas cambian, y al primero que robe y sea detenido se le aplicara un severo castigo para ejemplo de otros.