Se anuncia para esta semana, nuevas actividades para un plan de revaloración del Centro histórico de Cajamarca, pero será “un plan más”, y los resultados no se ven hasta el momento. Falta mucha inversión.
“No se puede ser más papista que el propio Papa”. Con esta frase se resume el extremo cumplimiento de la ley, llegando incluso al ridículo. Pero la realidad sobrepasa la lógica y se llega a lo suprarrealista.
Bien podríamos aplicar ese adagio, a la situación vivida en Cajamarca cuando se habla del “Centro Histórico”, el cual tiene un área de 1 millón 210 mil 146 metros cuadrados. En este sector se encuentran monumentos (templos coloniales) y, sus casonas construidas en base a tierra apelmazada con piedra (tapial) adobes (ladrillos de barro) techo bifurcado (dos aguas) cubierto con teja colorada (elaborada con arcilla cocida).
El Centro Histórico es el núcleo fundacional de la ciudad. En 1986 la Organización de Estados Americanos declaró a Cajamarca, «Patrimonio Histórico y Cultural de las Américas»; y se encuentra en una lista oficial para ser declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Los lugares más importantes como la plaza de Armas, los templos, el Cuarto del Rescate, o la colina Santa Apolonia – “orgullo de los cajamarquinos” – son el punto referencial de ataque de ebrios al paso, enamorados ansiosos de dejar huella de su amor, o de entusiastas carnavaleros demarcadores del espacio público para establecer su bastión y observar el desfile de comparsas.
Casonas, colapsos e intervenciones
Las casonas coloniales son un punto aparte. Pues no todas son, en verdad, históricas; y no todas están en condiciones habitables. Y muchos de los propietarios no cuentan con los medios económicos necesarios para cubrir la grande inversión que implica un equipo técnico para devolverle la majestuosidad a estos predios.
De acuerdo a datos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cajamarca (DDCC) en las 50 manzanas que conforman el Centro Histórico se ubican 137 inmuebles catalogados como “Patrimonio Cultural de la Nación”. En estos edificios la intervención (pintado, refacción, reconstrucción, demolición, sustitución, ampliación) requiere de un estudio y planos cuya aprobación es competencia de un equipo multiprofesional.
Las casas no consideradas patrimonio, dentro del Centro Histórico requieren una opinión y asesoramiento técnicos para cualquier intervención.
Existen niveles de intervención desde las acciones de “trabajos menores”, como pintado de paredes, de puertas, de balcones. Acciones de mantenimiento y emergencia, por ejemplo, caso de goteras, cambio de vigas o tejado o renovación de embarrados.
Un nivel más complejo de intervención son las acciones de conservación, demolición, sustitución y ampliación. Se requiere un estudio elaborado por profesionales en arquitectura (de preferencia con especialidad en restauración). El proyecto será sometido a evaluación por una comisión técnica integrada por un delegado de la Municipalidad Provincial, del Colegio de Ingenieros, del Colegio de Arquitectos y, de la DDC.
Se ejecutan las obras una vez realizados los trámites correspondientes, la obtención de licencia y se cuenta con la supervisión de los técnicos de la DDC.
Por desgracia el 80 por ciento de viviendas ubicadas en el centro histórico de Cajamarca están en alto riesgo de vulnerabilidad, aseveró el Subgerente edil de Defensa Civil Wilder Narro Martos.
Los propietarios tienen el deseo de realizar el mantenimiento respectivo a la estructura pero deben cumplir con algunos requisitos exigidos por el Ministerio de Cultura.
La titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Carla Díaz García, señala que hay irresponsabilidad de los propietarios de las casonas pues deben solicitar asesoramiento y permiso para realizar las refacciones necesarias.
La Dirección Regional del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), informó que si en Cajamarca se registrara un sismo de 5 grados las casonas colapsarían.
Emblemático caso
La casona Casanova representa uno de los iconos dentro de la gesta para lograr la independencia del departamento de Cajamarca; pero un lugar con tanta historia está poco menos que abandonado.
Es una casona en estado de ruinas, ubicada en el área urbana monumental. La Municipalidad Provincial adquirió el predio, pero faltan aún muchos recursos para concretar su demolición y reconstrucción, además de establecer un museo o centro cultural, esa es la meta.