Cajamarca, una región históricamente golpeada por la pobreza y la desigualdad, enfrenta nuevamente una emergencia en la salud infantil. Según el informe 2024 del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN) del Ministerio de Salud, la tasa de desnutrición crónica en niños menores de cinco años se disparó al 25.7 %, posicionando a la región como la más afectada del país.
De esta manera, la región Cajamarca lidera esta preocupante estadística con el 25.7 %, le siguen Huancavelica, 25.6 %; Amazonas 25.2 %; Loreto, 25.1 %; Ucayali 21.2.
Retroceso alarmante en la región
De 2019 a 2022, Cajamarca mostraba un progreso significativo en la lucha contra la desnutrición crónica infantil. La tasa había descendido a un 19.6 % (fines de 2022), gracias a los esfuerzos de la gestión de Mesías Guevara Amasifuén. Para el año 2023, los cajamarquinos tenían la esperanza de seguir ese camino cuando Roger Guevara cuando asumió como gobernador, sin embargo, las expectativas de seguir reduciendo esta cifra se esfumaron rápidamente.
Al 2024, el indicador subió dramáticamente al 25.7 %, evidenciando la falta de estrategias efectivas y de un compromiso real por parte de la actual gestión regional. Es decir, Cajamarca retrocedió y regresó a las estadísticas de 2019.
Prioridades inexplicables
Lo que indigna aún más es que, mientras los índices de desnutrición aumentaban, el Gobierno Regional destinó más de 15 millones de soles en bocaditos y refrigerios entre 2023 y 2024. Estos gastos contrastan con la carencia de programas sólidos de alimentación y atención médica dirigidos a las madres y los niños más vulnerables de la región.
VER: Entre bocaditos y crisis: Gorecaj gastó más de S/15 millones en refrigerios y bocaditos
En 2023, Roger Guevara prometió implementar un plan integral para combatir la desnutrición crónica y la anemia. Sin embargo, los resultados muestran que estas promesas quedaron en el papel. Las acciones concretas brillaron por su ausencia, dejando a miles de niños expuestos a los efectos irreversibles de la desnutrición en su desarrollo físico y cognitivo.
Impacto devastador para Cajamarca
La desnutrición no es un simple indicador estadístico; es una sentencia que condena a los niños a un futuro incierto. La falta de acceso a alimentos nutritivos y a servicios de salud adecuados perpetúa un círculo de pobreza que afecta a generaciones enteras. La negligencia de la gestión de Roger Guevara no solo pone en riesgo vidas, sino que también compromete el desarrollo social y económico de la región.
Un llamado a la Acción
Es hora de que el Gobierno Regional rinda cuentas. Cajamarca no puede permitirse el lujo de mantener a sus autoridades en una burbuja de gastos innecesarios mientras la desnutrición infantil sigue creciendo. La población necesita líderes que prioricen la inversión en el bienestar de su gente y que demuestren con hechos, no palabras, su compromiso con los más vulnerables.
La situación en Cajamarca es un llamado de atención para todos los niveles de gobierno. La vida y el futuro de miles de niños dependen de que se tomen decisiones inmediatas y responsables para combatir esta crisis. El tiempo de las excusas terminó; ahora es momento de actuar.