Los recién nacidos tienen un sueño irregular, pueden despertarse cada dos horas y poco a poco, el sueño se ha alargando y regulando hasta que dormir un número de horas corridas. Entre los dos y los cinco años, los niños están la mitad del tiempo despiertos y la mitad durmiendo.
Un estudio realizado en Canadá, que ha analizado a más de 1400 familias con menores de 6 años, explica que dormir está relacionado con su capacidad de aprendizaje, su posible comportamiento hiperactivo y el desarrollo del lenguaje. En ese sentido, los niños que no duermen bien presentan problemas de aprendizaje.
Hasta el año. El recién nacido duerme de 16 a 17 horas. 9 horas por la noche y el resto por el día. A los 3 meses necesita descansar 15 horas y al cumplir un año 14 horas.
De 1 a 3 años. Debería dormir entre 10 y 13 horas al día. Entre el segundo y el tercer año, la mayoría de los niños abandonan la siesta.
Entre los 4 y 5 años. Duermen de 10 a 12 horas por la noche.
Desde los 6 años. El niño necesita de 11 a 12 horas de sueño, y entre los 10 a 12 años solo debe dormir 10 horas