Una de nuestras principales preocupaciones de salud es la microbiota intestinal o más conocida como flora intestinal. Debemos cuidar mucho esta parte de nuestro cuerpo por varias razones, las cuales aquí te explicamos.
En primer lugar, para aquellos que no saben, lo que también llamamos microbiota intestinal es el reloj por el que pasa la comida a través de nuestro intestino.
Si no prestamos atención a la calidad o características de estos alimentos, nuestros problemas digestivos pueden empeorar con el tiempo.
Por ello, es recomendable que te eduques sobre tu salud digestiva para poder afrontar un plan de cuidados específico para no dañar tu flora intestinal.
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Ten un buen tracto digestivo
Llegados a este punto conviene recordar que la microbiota intestinal es un conjunto de microorganismos que viven en perfecta simbiosis en nuestro intestino.
Esta fácil coordinación entre estos microbios y nuestro cuerpo no siempre ocurre, lo que significa que a veces nuestro intestino no funciona a la perfección.
Por eso, el sistema debe ser capaz de absorber los nutrientes necesarios de los alimentos que consumimos para que su funcionamiento sea óptimo.
- Las bacterias tienen propiedades esenciales para nuestro organismo. Con ellos, por ejemplo, las tareas nutricionales que absorben propiedades de los alimentos.
- El calcio, las vitaminas o el hierro pasan por el tracto intestinal, que a su vez las manda a diferentes partes del organismo.
- Igualmente, goza de una función protectora que provoca tanto infecciones como alteraciones en nuestro sistema inmunológico. Esto quiere decir, que cuando peor nos alimentemos, más propensos seremos a tener enfermedades de diferente índole.
En ese sentido, la microbiota intestinal nos ayuda a defender a nuestro cuerpo de diferentes enfermedades, por lo que debemos cuidar de ella al máximo.
Síntomas de la flora intestinal
¿Cómo podemos saber que nuestra flora intestinal está deteriorada? Mantén siempre los buenos hábitos alimenticios y prevén enfermedades. Haz caso a los síntomas que tengas.
Cuando nos enteramos de que nuestro sistema digestivo está provocando algún tipo de alergia o infección que afecta directamente a nuestro microbioma, tenemos que extremar las precauciones.
Si notamos efectos como estreñimiento, diarrea o indigestión, debemos recordar que la fluidez digestiva no tiene un efecto positivo.
También si hay gases o hinchazón, nuestra flora intestinal, está alterada. Podemos tener el vientre hinchado, así como heces con un olor especialmente desagradable.
Otros problemas que podemos tener en esta zona son los cólicos o la dificultad para ir al baño.
Si tienes síntomas más graves, acude a médico especialista lo más pronto posible. Recuerda que no te debes automedicar, ya que podrías afectar más tu organismo.