El cadáver del primer fallecido en la región Cajamarca fue inhumado de acuerdo a protocolos de salubridad.
El coronavirus cobró su primera víctima mortal en la región Cajamarca y sus restos mortales fueron depositados en un nicho del Cementerio General de la ciudad, de acuerdo a la Directiva Sanitaria N°087-2020-DIGESA/MINSA modificada por Resolución Ministerial N° 171-2020-MINSA y la Resolución Ministerial N° 189-2020-MINSA para el manejo de cadáveres.
Según la Organización Mundial de la Salud no existe suficiente evidencia que demuestra la propagación del virus fuera de la sepultura o nicho, que pruebe que los cadáveres sean un riesgo de propagación. Según opinión de expertos una vez que el organismo fallezca, el virus se inactiva y por lo tanto no puede replicarse.
El primer cadáver por COVID-19 en Cajamarca fue inhumado (depositado en nicho) de acuerdo a la directiva sanitaria y cumpliendo lo establecido por ley. Sus restos tampoco podrán ser trasladados a Santa Cruz, lugar de origen del fallecido, porque así manda la Directiva Sanitaria del MINSA a través de Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
El equipo asistencial de alerta – respuesta de la Autoridad Sanitaria, aseguradoras, servicio funerario, Beneficencia, en articulación con la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental (DESA), intervienen por ley en este proceso respetando el protocolo. Las medidas para la inhumación de los fallecidos por COVID-19 son excepcionales por el Estado de Emergencia.
“Se actúa en función de la protección de la colectividad, no se permiten velatorios, incluso el sepelio es supervisado por las autoridades sanitarias. La inhumación puede hacerse en nicho o sepultura en tierra”, precisó Flor Sánchez, Directora Ejecutiva de DESA.
Se han proporcionado los equipos de protección personal, así como los materiales e insumos necesarios para la desinfección del personal, material y vehículo que traslada el cuerpo hasta el cementerio.