No solo sus llamadas, sino también los desplazamientos y reuniones del ex presidente de la Corte Superior del Callao, Walter Ríos, fueron vigilados por equipos especiales de la policía en las investigaciones del llamado caso “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
Según estos seguimientos, Ríos Montalvo usaba recursos del Estado, vehículos y personal, para fines privados dentro y fuera de horarios de trabajo.
Según el acta de viodevigilancia N°6 del 20 de enero pasado, a las 8:00 a.m. John Misha Mansilla y Jorge Granados Granados, choferes de la corte del Callao, ingresaron a la cochera de dicha entidad en Bellavista para retirar dos furgones pertenecientes a la corte, según registros públicos: Un Hyundai Porter, color blanco de placa EGI-045, y un Nissan Urvan, color azul de placa EGW-596. En ambos vehículos, Mansilla y Granados llegaron a la residencia de Ríos en el jirón Bolívar, en San Miguel, a las 9:00 a.m.
Una hora después, y bajo la supervisión del magistrado, ambos conductores empezaron a introducir en los furgones del Estado una serie de artículos de casa como colchones, camas y bolsas con enseres.
La secuencia se repite entre la carga y la descarga en una casa ubicada en la calle Francisca Sánchez de Pagador, también en San Miguel. Alrededor de la 1:20 p.m., Misha y Granados se retiran y se desplazan de regreso al local judicial en Callao, donde a las 2:10 p.m. estacionan los vehículos en el estacionamiento de la entidad.
La mudanza de Walter Ríos con funcionarios y vehículos públicos ha podido corroborarse con una llamada registrada aquel sábado. “Ahorita estoy llevando mis cosas al nuevo hogar”, se le escucha decir a Ríos, quien incluso precisó que su nuevo domicilio estaba ubicado en la calle Francisca Sánchez de Pagador.