Los Incas desarrollaron con el «Qhapaq Ñan» una obra monumental que traducida del quechua significa «Gran Camino». En algunos lugares este camino es conocido como Inca Ñan o Camino Inca. Posteriormente fue llamado «Camino Real» por los cronistas españoles.
Tan importante sistema comprendía en su apogeo más de 30,000 km. de caminos perfectamente construidos. Gran parte de estos estaban empedrados. El ingenio en el diseño de los caminos no tuvo un solo patrón, sino que adaptaron a la geografía de la zona y se construyeron con intención que perduraran.
El ancho del camino es variable, en algunas zonas llega a tener más de 15 metros, mientras que en otras se reduce a menos de 1.5 metros, para sortear algunas quebradas o flanquear barrancos.

A lo largo del Gran Camino Inca ubicaron estratégicas construcciones llamadas tampus o tambos, a cada 20 kilómetros aproximadamente, o según lo requería el nivel de esfuerzo de la ruta. Los tambos podían albergar caminantes y viajeros, así como servir de almacén de alimentos y vestimentas.
El Qhapaq Ñan fue base del desarrollo del Tawantinsuyo y de su consolidación como imperio, que abarca desde la parte norte de Argentina, el norte de Chile, Bolivia, todo el Perú y Ecuador, llegando hasta el sur de Colombia.